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Siempre estuve enamorada de él, creía que era el amor de mi vida, y es que todo marchaba a la perfección. Philen era el heredero de la familia WIliam. Los padres de Philen me trataba como si fuera su hija, eran amables y cariñosos conmigo, a ellos no les importará que no el nombre de mi familia no tuviera tanta importancia; me amaban tanto que Philen sentía celos de mí. -Por favor, Leila, cuida bien de nuestro hijo. -Tanto el Duque cómo yo, contamos contigo para hacer de Philen un mejor hombre. Ellos para mí se convirtieron en mí familia. La duquesa se convirtió en una madre para mí, gracias a ella aprendí la etiqueta de la alta sociedad. Philen comenzaría a sentirse desplazado y tomaría sus clases de esgrima cómo un refugio por lo que comenzó a tomarlas con seriedad. A pesar de estar comprometidos, no teníamos oportunidad de hablar ni si quiera estar juntos pero nuestra relación no era mala. Podía decir que era cálida y poco a poco nos íbamos acercando más el uno al otro, la gente creía que éramos una pareja perfecta…incluso yo lo llegué a creer. Todos los días esperaba a qué terminará sus clases de esgrima para poder estar unos minutos con él. -Philen ¿terminaste de practicar? -¿Qué tienes? ¿Por qué esa cara larga? -¿Alguien te ha dicho algo que te ha lastimado? Philen se comportaba cómo un niño pequeño, era una persona muy insegura y tímida, siempre dudaba de lo qué era capaz de conseguir, pero siempre estaba yo a su lado tratando de motivarlo y recordarle que era una persona maravillosa (qué tonta fui). Teníamos una relación qué iba más allá de una amistad, ambos nos sentíamos cómodos el uno con el otro…o al menos eso era lo que yo creía. Era la mujer más feliz del mundo y yo…esperaba que esa felicidad durara para siempre, pero cómo siempre la desgracia y la tristeza me perseguía. Con la muerte de los padres de Philen, quede totalmente vulnerable, había perdido a mi familia; todas las noches rogaba por qué esa noticia no fuera verdad; a una temprana edad Philen tuvo que tomar el lugar de su padre y convertirse en el Duque de William. Todos estos acontecimientos lo llevaron a la depresión, provocando que se alejara de todos…incluso de mí. Un día de la nada el emperador anunció que conquistaría al reino vecino y de esa forma Philen se marcho a la guerra. Pasarían 6 años para que yo pudiera volverlo a ver. -Todo estará bien señorita, no tiene por qué estar nerviosa. -¿Qué? -Bueno, me imagino que debe estar nerviosa de volver a ver a su prometido después de 6 años. Debe de haber cambiado mucho Y vaya que había cambiado, ya no quedaba rastro de aquel joven que había marchado a la guerra, en su lugar apareció un hombre alto, con un semblante muy serio. Cuando lo vi bajar del carruaje mi corazón no dejaba de latir, había soñado con este día por años…pero no sucedió cómo yo esperaba. Creía que él había regresado para casarse conmigo. Phinel había regresado de la guerra…con una mujer en brazos.